CULTURAL WOMAN

Las palmeras se agitaban en el Viejo Cauce del Turia y no sólo por el viento. Y es que la Gala de Clausura de la 38ª Mostra de Valencia asombró a más de uno.

La gran ganadora de la noche del cine mediterráneo fue Riverbed, película libanesa de Basem Breche. Su protagonista, Omaya Maláeb subió al escenario en tres ocasiones, para recoger los premios a Mejor Fotografía, Mejor Banda Sonora y la Palmera de Oro.

Susana Nobre recibió la Palmera de Plata por su film Cidade Rabat y la película Deserts fue premiada con la Mejor Dirección (Fanuzi Bensaïdi) y el Mejor actor para sus dos protagonistas (Fehd Benchemsi y Abdelhadi Talbi)

El Premi À Punt otorgado por el público recayó en Dancing On The Edge of Vulcano documental de Cyril Aris.

Otros galardonados fueron la actriz Claudia Faci, por su interpretación en Marina, Unplugged; Vladimir Perisic y Alice Winocour al Mejor Guión, por Lost Country, una de mis favoritas.

Durante la gala nuestros presentadores Paloma Vidal y Dani Tormo compartieron escenario con los bailarines Miguel Tornero y Miguel Ángel Punzano, de Cocinando Danza y Tejido Conectivo.

Al finalizar la entrega de premios se proyectó la película de Elena Escura Les Vacances de Mara. Producida por Giovanna Ribes y Taranná Films y rodada en tierras castellonencas muestra la relación de dos amigas (Mireia Pérez y Lorena López) que al reencontrarse hacen fluir sus sentimientos y dudas, replanteándose la vida y el resurgir de nuevo.

Entre las celebridades asistentes  recibimos la visita de SAR la princesa de Arugbabuwo ruling house Keisha Omilana, dinastía Ipetu Ijesa del reino Yoruba de Nigeria, propietaria de la revista  on line de lujo SAXS, diseñadora de moda, modelo (chica Pantene), actriz (Zoolander) y fundadora de A Crown of Curls plataforma de empoderamiento femenino; acompañada por la diseñadora, productora y guionista (Beyond Limbo, Yellow Cat Eyes, Love me for a million...) Olga IF, reconocida en el Museo de Héroes de Paz en Viena, con el doble Guinness World Record por su número de modelos y de países, y del Prestige Award en 2020; comprometida con las causas humanitarias, Ambas quisieron estar en el evento para conocerlo y apoyarlo.

Desde que el director Paolo Sorrentino recogiera su Palma De Honor en la inauguración de la 38ª Mostra de València hasta la fecha, han pasado por Cinema del Mediterrani algunos de los directores, productores, actores y demás efectivos técnicos audiovisuales de países que optan a este galardón como son Marruecos, Egipto, Siria, Líbano, Turquía, Palestina, Portugal, España, Francia, Italia, Albania, Serbia o Croacia.

No es de extraña que entre tanta afluencia de films lleguemos a pensar que quien esté en el jurado no lo va a tener nada fácil.

Temas de actualidad fluyen de la mano de cineastas involucrados en la historia de su país. Como es el caso de los palestinos Rami y Muayad Alayan, que presentan "A house of Jerusalem" donde el misterio envuelve recuerdos y vivencias propias.

De Turquía la visión de una mujer que se rebela contra el régimen que pretende establecerse. Rodada, curiosamente, en un navío, como alegoría de la libertad de la que pronto carecerá el protagonista; muestra el ámbito familiar y las controversias que surgen ante ciertos acontecimientos.

Y no son los únicos que muestran el cambio social en distintos países. Desde Albania nos llega una cinta de tintes rurales sobre el papel de la mujer en esa sociedad a veces tan hermética. Naomi Uman nos enseña en "Three sparks" como las normas establecidas en ciertos círculos pasan de generación en generación sin cuestionarse. "Three sparks" son tres narraciones desde diferentes formatos con los que se da voz a la población rural.

De ámbito más político es "Lost Country" del director serbio Vladimir Perisic. Ambientada en  Yugoslavia, con las elecciones del 96 como fondo, pretende abrirnos los ojos ante la influencia de la política en nuestras vidas.

Queda mucha Mostra por delante. No solo el cine ocupa nuestro espacios: los conciertos en el Palau de la Música, presentaciones de libros, encuentros, documentales, y más nos esperan los próximos días en distintos puntos de la ciudad.

Cuál no sería mi sorpresa la semana pasada cuando abrí el correo y me encontré con esta noticia que me compartía mi corresponsal favorita: Eva Montesinos.

El Reconocimiento Artístico Valencia Ciudad del Grial había llegado a dos personas muy queridas por mí: María Rosa Fenollar y su hija Judith Más.

Cualquiera que las conozca no podrá negar su valor creativo en el mundo de la moda, con sus diseños exclusivos en joyas y complementos; pero además, ambas son dos mujeres luchadoras, gratas y de buen corazón. Su amor por la moda y su mundo las ha llevado a límites difíciles de atravesar, pues su originalidad desvela su alma aventurera y libre. Pero al mismo tiempo, no dudan en participar y actuar en pro de las  causas benéficas que lo necesiten; no sólo como marca de moda sino también a título personal.

Este reconocimiento les fue otorgado el pasado sábado, en el Cherry Blossom Valencia al que acudieron diferentes personalidades del mundo de la moda y de la sociedad valenciana. Promovido por dos grandes mujeres como son Ana Mafé, impulsora de la historia del Grial gracias a Encuentros Culturales en Valencia, y Esther Santillana, del programa Ver y Sentir la Cultura, su objetivo es dar el valor que se merecen aquellas empresas que posicionan a nuestra ciudad como emblema cultural.

Casi todos hemos pensado alguna vez, durante nuestra época estudiantil, falsificar la firma de los padres para crear un justificante, impedir que vean las notas o entregar un impreso lo más rápido posible.

Pero estas "falsificaciones" no dejan de ser inocentes y al único que perjudican es a quien las hace.

Cuando el tema de la falsedad se lleva al nivel del engaño para obtener un beneficio económico, el hecho en sí se convierte en un delito.

La exposición que presentó el MUVIM, comisariada por Carmen Gracia, demuestra que quien quiere puede, aunque no deba. Y de esa manera, el proceso para autentificar una obra de arte deriva en el descubrimiento del engaño.

Son numerosas las obras atribuidas a autores valencianos, artistas de renombre, como Joaquín Sorolla, del que se celebra el centenario de su fallecimiento; Genaro Lahuerta, Segrelles, que siguieron los pasos del anterior; Juan Genovés; Benlliure y sus esculturas de bronce; entre otros.

Todo ello como resultado de la oferta y la demanda que se sustenta en la necesidad de poseer un objeto artístico famoso, ya sea una pieza de cerámica romana o un cuadro de Pinazo.

Esta exposición viene siendo desarrollada en colaboración con la Unidad de Patrimonio de la Polícia de la Generalitat y la Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública. Gracias a su labor se descubren cada vez más a los artistas del engaño.

Y aunque no lo parezca, la intención de la 45º edición del festival ENSEMS, es que la música llegue en confianza, estimulando nuestros sentidos mediante el sonido.

Pero no sólo el oído participa de esta sensación, porque el sonido al llegar a nosotros nos abraza y acaricia haciendo que sintamos, que experimentemos y que reproduzcamos un sentimiento, el que nos trasmite cada pieza.

Durante los últimos diez días, el Palau de Les Arts Reina Sofía, el IVAM, eL Centro Cultural La Beneficencia y el Conservatorio Superior de Valencia, junto a sus homónimos de Castellón y Alicante, han sido los escenarios en que se han desarrollado los distintos conciertos, los encuentros, talleres y el proyecto pedagógico X-ENSEMS.

Artistas de la talla de Eusebio Sempere, Chaya Czernowin, José Luis Escrivá, Mercedes Zavala o Isabel Latorre, suponen, entre otros, la inspiración y el punto de conexión para crear nuevas experiencias.

La colaboración entre centros de arte, formaciones artísticas y musicales, nos lleva a presenciar composiciones novedosas, como es el estreno de Woman at point zero, de LOD, dentro del proyecto ENOA; Klexos, con Cyborg Music; el grupo Enigma, con The fabrication of Light de Chaya Czernowin y Sombra, de Llorenç Barber; Plural Ensemble, acompañando a Yuko Kakuta; y los ganadores del Re-cre@ anterior, el joven grupo Fabrik Quartet... son algunas de las atractivas propuestas del festival.

Las músicas inusuales son producto del día a día, de la mezcla de sonidos que no llegan a transformarse en composición musical a no ser, que seamos capaces de interiorizarlas y lanzarlas como expresión de nuestra propia alma: el ruido de los vehículos, el ulular del viento, el goteo de un grifo, el rascar de un objeto contra otro, el choque agudo de dos metales... Puede ser todo esto y más parte de una obra, de una expresión que nos traslade a un lugar y momento determinado. Solo se necesita componer adecuadamente los sonidos que nos llegan y transformarlos en música.

STULTIFERA NAVIS, o La Nave de los Locos fue una obra moralista y satírica escrita en 1494 por el teólogo alemán Sebastian Brant. En ella criticaba mediante cuadros y grabados los vicios y la estupidez humana, y se ha querido ver la crítica al estamento religioso de la época.

Lo miremos como lo miremos, esta obra ha servido de nexo de unión para una serie de exposiciones que alberga La Nau en sus diversas salas. ¿Por qué? pues yo creo que es muy sencillo. Porque la estupidez del hombre a veces raya en la locura, y cuando el ser humano no entiende los actos de otro ser humano acaba creyéndolo loco y así las cosas derivan en que lo desconocido mejor lo metemos en un barco y nos deshacemos de él.

Puestos a pensar y para no ser tan extremos, la sociedad pensó en muchas maneras de controlar lo desconocido y una de ellas fueron los centros hospitalarios para enfermedades mentales.

Y auí está la relación con nuestra ciudad, la cual desde el siglo XV albergaba uno de los más conocidos Spital dels Ignoscents, y ya en 1499 se realizaban estudios orientados a conocer la influencia de la sinrazón en el comportamiento humano.

Cuatro han sido los centros hospitalarios de nuestra ciudad dedicados a tal menester: el nombrado Hospital de los Inocentes, el Hospital General, el Manicomio de Jesús y el Hospital Psiquiátrico de Bétera. Actualmente alguno no existe como tal y se ha dedicado a otros menesteres y otros están desmantelados.

De todos ellos y de las documentaciones, objetos, reliquias y demás vestigios guardados con celo trata esta exposición donde podemos ver mapas del cerebro humano, grilletes, un ejemplar del Malleus Maleficareum (tratado sobre brujería), vídeos, fotografías... y en una de las salas una curiosa recopilación de los espejos de los baños del Hospital de Bétera, realizada por Patricia Gómezy Mª Jesús González, que por un lado te da escalofríos y por otro, motivos para pensar:¿ cómo sería el día a día de esas personas, merecerían estar allí, realmente su mal era locura o eran unos incomprendidos?

Os dejo una muestra pero merece la pena ir a verla. Estará disponible hasta el mes de octubre.

Hace unos meses recorrí el gran mundo de la pequeña Mafalda cuya sabiduría llenó el Edificio del Reloj del Puerto de Valencia. Aún teniendo algunos cómics originales de este entrañable personaje la sonrisa aparecía muchas veces en mis labios. Inolvidables lecciones morales de Mafalda...

En esta ocasión ha sido otro dibujante el que hacía surgir mi sonrisa (la carcajada no por respeto al lugar). Y es que un artista que va muy unido a mis lecturas de revistas o periódicos exponía muchas de sus viñetas en La Nau. El dibujante Ortifus hacía mis delicias con su humor sencillo y crítico los domingos por la mañana cuando mi padre traía El Levante, el mercantil valenciano. Hoy también.

Con apenas dos peculiares personajes y su conversación, Ortifus podía ser capaz de colorear al más aviesado político. Con sus metáforas me sentía identificada. Y muchas de sus historias podían haber sido mías, de cualquiera. Pues eran, y son, claramente el reflejo de un momento, de una situación, de una lucha, de una vida.