Actualmente hay paises , y comunidades autónomas en nuestro territorio, que mantienen la jornada continua en las escuelas; aquí parece que la idea no llega a cuajar y los que nos preocupamos de la educación de nuestros hijos no entendemos muy bien porqué.
Hace poco se llevó a referendum entre los padres de alumnos de primaria, y la consulta obtuvo más o menos los mismos resultados que el curso anterior, con una ligera mejoria a favor.
¿Cuáles son los pros y los contras de este proyecto? ¿Cómo beneficia a nuestros hijos?
La mayor parte de las dudas están con la idea de que si los niños y niñas acaban a las dos, ¿qué hacemos con ellos toda la tarde, cómo se entretienen, y si los padres trabajan...?
Evidentemente tenemos que pensar que en las escuelas esta preocupación ya la han tenido en cuenta y han hallado una solución. O acaso pensamos que los profesores se van a comer tan tranquilos y no hacen nada más en todo el día. Nada más lejos de la realidad.La tarea del profesor sigue siendo árdua y difícil. ¿Porqué quien desconoce el tema se permite discutir sobre la labor del maestro, la menosprecia, y la considera banal? ¿Tan mal educados en su infancia se consideran?
Con la jornada contínua el trabajo escolar es el mismo, igual de difícil y ameno, si quereis que sea sincera, La única diferencia es el reparto de sesiones, las mismas que hasta ahora, pero sin el corte del mediodía. La ventaja está en que conseguimos que los niños rindan más, que no se agoten intelectualmente, que interioricen los contenidos que deben aprender, y luego, por la tarde, ya tendrán tiempo de dar rienda suelta a sus ansias de diversión extra, con talleres y actividades lúdicas propuestas en el centro, con sus monitores de siempre.
Otra preocupación que ha llegado a mis oidos se refiere a las becas de comedor, como si tuvieran algo que ver. No mezclemos la gimnasia con la magnesia como solía decir un profesor mío. La becas se mantienen, la necesidad es la misma, está en función del nivel adquisitivo de las familias y no es una ayuda que ofrezca el colegio, sino el gobierno.
En cuanto a los profesores y profesoras la ventaja es poder dedicar plenamente su tiempo al alumnado, dejando para más tarde, sin la presencia de éste, la busqueda y organización de nuevos materiales, la evaluación, su propia formación y reciclaje tan necesario para dar mejor calidad a su actividad docente, Nuestra jornada laboral no se reduciría, sino que además de las 30 horas semanales aproximadas tendríamos que añadir el tiempo de formación obligatoria (hora y media) y el tiempo de responsabilidad rotatoria en actividades de control y vigilancia escolar en horario de tardes.
Viendo todo esto, y tras comprobar como en otras partes del mundo este sistema funciona de forma satisfactoria, sigo sin entender porqué aquí somos tan reacios a implantarlo.
¿Será que nos creemos mejores? ¿Será comodidad paterna? ¿Falta de visión positiva?