CULTURAL WOMAN

Tenía yo un poco abandonado este espacio. Me vais a perdonar, Este curso, al cambiar de colegio, me he encontrado con trabajo de más. Y es que cuando tienes un grupo de alumnos que faltan regularmente a clase, que no ponen de su parte para aprender y que a pesar de tus desvelos las familias no colaboran, es muy difícil no pensar en cómo mejorar su atención, cómo estimularlos y cómo conseguir que adquieran los conocimientos que pretendes inculcar.

Es por ello que me plantee trabajar a base de retos, de pequeños proyectos, aunque no todo es miel sobre hojuelas.

El pasado 30 de enero se celebró el Día de la Paz y la No Violencia en las escuelas.

Pude llamar su atención sobre los personajes reconocidos y dignos del Premio Nobel de la Paz. Y eso teniendo en cuenta el número de alumnos de conductas disruptivas, suponía una forma muy positiva de aprender a reaccionar y demostrar que la palabra es más fuerte que el puño.

Entre otras actividades hemos aprendido poesías y canciones sobre el tema. Buscamos información sobre Gandhi, Rigoberta Menchú, Nelson Mandela, Barack Obama, Malala, Santa Teresa de Calcuta, el Dalai Lama y La Cruz Roja.

Aprender la palabra PAZ en otros idiomas es relevante, ayuda a trabajar la diversidad, pues en nuestra escuela hay alumnos de diferentes nacionalidades.

El día 31 lo celebró toda la escuela. Entre todos los grupos hicimos una paloma con moldes de magdalena pintados; un mural entre las manos blancas de los alumnos, el símbolo de la Paz y la palabra escrita en distintos idiomas. También hicimos palomas con platos de cartón para simbolizar una suelta de este símbolo universal acompañados de movimientos de Tai Chi que representaban la calma y la armonía.

La pasada edición de Dansa Valencia arrancó con una serie de espectáculos en el Centre del Carmen Cultura Contemporània.

Me fue imposible acudir por incompatibilidad horaria pero no perdí la ocasión de ver en primicia la proyección del mediometraje "PARADÍS" dirigido por Gema Iglesias y Nacho Carrascosa, con música de Carles Salvador, realizando un viaje por doce teatros de la Comunidad Valenciana, con la participación de diversas compañías de danza valenciana.

Los bailarines y bailarinas nos llevan a recorrer los entresijos, recodos y bambalinas de los teatros con sus movimientos que abarcan distintas disciplinas, desde el flamenco a la danza contemporánea.

Un emotivo homenaje al espacio escénico y todos sus elemento que durante el período de confinamiento y posterior desescalada en época COVID-19 se ham visto afectados por el cierre, el límite de aforo y restricciones varias.

Previamente en los mismos Cines ABC Park, pudimos ver la proyección de "UNA CIEN VECES" en el que VDF Valencia Dancing Forward adaptó el poema  Una cien veces de Elvira Sastre al movimiento del cuerpo.

En él, Gloria Nuñezper con su voz y 21 bailarines valencianos conmemoran el Día Internacional de la Mujer.

Entre los distintos eventos que ofreció Dansa Valencia encontramos presentaciones de libros, como Danza y Confinamientos, de Pepa Cases o Historia de la Danza Contemporánea en España (Vol.3); encuentros con escritores de la talla de Isabelle Launay y coreógrafos como Pere Faura; talleres como el de Mucha Muchacha.

Todos ellos en distintos enclaves: el CCCC, el Museo de Belles Arts, el Teatro Principal, el Claustre de La Nau, Espacio Inestable y el Teatre Rialto.

Tenía que ir al centro a recoger unos papeles y aproveché a la salida del colegio que, a pesar de haber llovido, y mucho, al mediodía, hacía una tarde estupenda.

Iba a unas oficinas cerca de la Universidad, de La Nau. Sabía que habían varias exposiciones pero una me apetecía especialmente. Mi madre, gran amante de los cómics, con los que aprendí a leer, hubiera disfrutado.

La muestra COMANDO DDT CONTRA ELS VAMPIRS recoge algunas de las páginas y portadas de aquellos cómics que yo disfrutaba cuando estaba enferma y pasaba largas temporadas en cama. Mi madre guardaba revistas como SISSI, TIO VIVO, TBO, PULGARCITO... que dejaron paso en mi niñez a otras ya más conocidas actualmente: MORTADELO Y FILEMÓN, VAMPIRELLA, PHANTOM...

Desde los inicios de la ed. Bruguera hasta la actualidad hemos observado la sátira, el humor, el belicismo, la fantasía y la realidad.

Cobra protagonismo la figura de Sergio Bleda que cambió la temática para adentrarse en el erotismo, la evolución cultural, y el humor personalizado.

Os hablé hace tiempo atrás de la exposición que la Fundación Bancaja ofrecía sobre Sorolla y que podía visitarse hasta hace poco.

Volví a verla el fin de semana pues coincidió que mis cuñados venidos de Coruña querían visitar la exposición que se puede ver hasta el 24 de enero del 2021 dedicada al pintor y escultor Antonio López.

Me diréis que no tienen nada que ver mis cuñados en esta visita pero si os digo que la familia de mi marido proviene de Ciudad Real y el artista es oriundo de Tomelloso, el tema cambia. Yo podía haber ido cualquier otro fin de semana pero en este caso el tiempo de estancia nos era limitado.

A mí particularmente no me llama la atención, demasiado realismo me abruma pero reconozco que sus cabezas de bebé y sus esculturas humanas son impresionantes; y algunas de sus pinturas tienen los suficientes detalles como parecer una fotografía o como para dar la impresión de que van a cobrar vida.

Junto a su exposición podemos recrearnos con otra dedicada a su esposa, la pintora María Moreno, fallecida recientemente.

Ambos se formaron en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y ambos forman parte de una generación de artistas del realismo contemporáneo.

Sus obras llaman la atención por lo cotidiano, lo sencillo y lo vulnerable de la vida durante y después de la postguerra: un mueble, una habitación, los tejados de Madrid, el jardín, las flores, los frutales...

La exposición también cuenta con los bocetos de creación de sus esculturas: dibujos, medidas, pruebas fallidas...

Todo un universo particular en el que el protagonista es el pensamiento humano más actual.

Dos de los grandes artistas que han dado esplendor a la pintura valenciana del Impresionismo, del Costumbrismo, fueron Joaquín Sorolla (1863 - 1923) y José Benlliure (1855 - 1937)

La Fundación Bancaja en Valencia los ha reunido en  dos exposiciones magistrales y sorprendentes. Magistrales, por el tamaño de sus obras, formatos grande, mediano y pequeño. Sorprendentes, por la fusión de los colores, de temas, de épocas, de sensaciones,, por su espontaneidad, motivación y frescura.

Los pequeños lienzos de Sorolla parecen las piezas de un puzzle, que al juntarse muestran la amplitud y realismo de las playas de Valencia o San Sebastián. Muchas piezas son esbozos o apuntes, como los llamaba él, realizados en diversos soportes: papel, madera, lienzo, cartón... Pero no tienen nada que envidiar a sus grandes cuadros en representación de la luz, el color, el amor al arte plástico.

En su recorrido porRoma, Paris, el norte de España y su querida tierra valenciana, las escenas costumbristas se suceden. A veces son momentos que reflejan la vida cotidiana en las calles, las playas o en el interior de las viviendas; otras son expresiones del paisaje, o incluso manchas de color que dejan intuir lo que será en un futuro. Todo ello surgido "Pescando impresiones"  desde el fondo de su retina.

Joaquin Sorolla y José Benlliure mantuvieron una férrea amistad, llegando a proyectar juntos la promoción de la cultura, del arte, en la ciudad de Valencia.

Benlliure llegaría a ser presidente de la Real Academia de Bellas Artes, y en esa época realizó el encargo de Las cuatro estaciones , que podemos observar estos días en la Fundación. Se trata de cuatro lienzos de gran tamaño, en horizontal, llenos de color y dinamismo, cuyas figuras principales, los amorcillos, juguetean con la naturaleza que les rodea expresando su alegría en cada gesto, con detalles que enamoran.

Hemos pasado  unos meses que el único contacto permitido era con aquellos con los que convivimos, salvaguardando distancia cuando salíamos a comprar y mirando de reojo que ningún desconocido se nos acercara más de la cuenta.

El ser humano, sociable por naturaleza, ha experimentado un cambio. Creimos que tras el confinamiento las personas darían lo mejor de ellas. Y nos equivocamos. Hemos podido observar como este periodo sacaba lo mejor de algunos y lo peor de otros, y éste es el problema.

Necesitamos volver a juntarnos, reunirnos con la familia y con los amigos, extremando las precauciones, eso sí, pero necesitamos volver a socializar.

La solución nos la han ofrecido en bandeja, nunca mejor dicho, porque gracias  a los bares y pubs y a sus terrazas, podemos volver a disfrutar de la agradable compañía de nuestros conocidos.

Yo me lo tomé con tiempo, tardé mucho en quedar con alguien. Aunque ya tuviéramos permiso, como niños que han cumplido su castigo, mis primeros pasos los hice sola: visita al Centro de Arte Bombas Gens, la inigualable exposición sobre Sorolla en la Fundación Bancaixa y mis eternos paseos de ida y vuelta a la Playa de Las Arenas para darme mis refrescantes baños matutinos.

En pocos días ya me sentí preparada. Mi amiga Trini quiso quedar para hacer alguna de nuestras marchas vespertinas, para rebajar esos quilitos de más que el encierro nos había provocado. El Nuevo Cauce del Turia era el lugar ideal, sin darnos cuenta lo recorrimos casi entero.

A mediados de junio mi necesidad de compañía, respetando la de mi marido, que es paciente de riesgo, aumentó. Ya teníamos claro que podíamos quedar con otras parejas para comer o cenar. Y nuestro punto de contacto no podía ser otro que el Restaurante La Tierruca de nuestro querido amigo Kike. Mi marido devora el chuletón que da gusto verlo.

Ahora ya empezamos con los tardeos y quedadas nocturnas. Una cervecita escuchando buena música en el Sofart Sounds o el Àtic Alameda, y la obligada visita al Café de Las Horas para pasar un buen rato con los eventos que maquina el original Marc Insanally. Siempre, por supuesto, rodeada de buenos amigos.

Queda mucho por hacer, mucho por visitar; quedan muchos amigos a los que abrazar  y dar algún codazo cariñoso; quedan muchas risas por compartir. Pero poco a poco. Sin precipitarnos.

Cómo seguiremos esta desecalada, nadie lo sabe a ciencia cierta. Lo que sí debemos asegurarnos es de seguir siendo nosotros mismos, de tratar de mejorar cada día, y de vivir el momento presente como el más importante.

Después de dos meses y medio y aunque la desescalada tras la cuarentena ya había empezado semanas atrás, en mi casa, mi familia y yo, seguíamos en fase 0. Toda precaución es poca y mi marido es paciente de riesgo, así que hasta que él no se animó a quedar con los amigos, yo decidí no arriesgarme.

La oportunidad me la dieron Bombas Gens cuando decidieron abrir al público el fin de semana antes de pasar a fase 2. Tenía toda la tarde para mí y la aproveché. Aunque para ir a la Fundación cogí el autobús, el regreso lo hice paseando, por fin, por el barrio del Carmen y sus calles que tanto me gustan. Al cruzar por la Plaza del Ayuntamiento pude corroborar aquello que tanta gente decía de su pre-reforma: la nueva estética no es fea, es IN-FU-MA-BLE! Qué diferencia pasar de la Plaza del Mercado y encontrarte con esa grotesca manera de separar la zona peatonal de la del tráfico rodado. En fin, veremos en qué queda.

Por suerte, momentos antes, pude relajar mis cinco sentidos con mi paseo por el centro de arte. Las exposiciones "Infraleve" de Inma Femenia, "Hiperespacios" y "Botánicas" son dignas de ver.

Rompedora y sorprendente , la obra de Femenia es una apertura al juego de la luz y el color con soportes y materiales diferentes; simulando como en un parque de atracciones que alimenta la imaginación, que todo lo que vemos se puede interpretar de mil formas.

El paso por "Botánicas" es como atravesar un jardín estático, evocando el pasado y el presente del estudio de la naturaleza, y de cómo el color ha influido en nuestras vidas, nuestras sensaciones, nuestra percepción de la moda. Impresionantes los herbarios ilustrados del siglo XVIII.

Me llamó mucho la atención el "Hiperespacio" trayéndome a la memoria el terrazo del suelo de la cas de mis abuelos en el pueblo; los juegos entre colores, blanco y negro, y figuras geométricas que practiqué en la universidad; y el fatal final de algunos muros que hay quien quiere derribar y hay quien prefiere mantener todos los recuerdos que personas anónimas dejaron escritos.

 Y para terminar, unos minutos de paz, entre murmullos del agua y el zumbido de alguna abeja, las sombras y los rayos de sol que juegan entre las hojas de los árboles.

Esta semana pasada empecé y terminé la trilogía Historia de Una Bruja Moderna , de la conocida autora de En un rincón del Alma, Antonia J. Corrales.

Las historias sobre misticismo, brujería y temas ocultos son uno de mis temas de lectura favoritos. Desde El descubrimiento de las brujas, de Deborah Hardness hasta cualquier compendio sobre brujeria blanca y conjuros para el día a día, mi biblioteca está llena.

Cuando empecé a leer "Una bruja sin escoba" pensé encontrarme una historia como la de las películas y series "Embrujada", "Prácticamente magia", "Hechizada"..., pero poco a poco la novela me atrapó por su misterio, su romanticismo, su capacidad para no presuponer lo que va a ocurrir. No, los acontecimientos no son previsibles, no hay tópicos que lleguen a aburrir, al contrario, cuando terminas el primer volumen tienes que seguir con los siguientes, no puedes perder el tiempo sin saber que le ocurrirá a Diana, quien aprende poco a poco quién es y lo que se espera de ella, aquí en nuestro mundo y en el otro, de donde ella procede.

"La mirada de una bruja" y "El destino de una bruja" , junto a la primera, te llevarán a recorrer la capital de España de una forma totalmente distinta, con rincones oscuros y misteriosos a plena luz del día, personajes que tal vez llegues a encontrarte si agudizas tu sexto sentido.

Cambios en el tiempo, visitas inesperadas, el amor de un vampiro, dones extrasensoriales, apariciones fantasmagóricas... todo ello me lleva a pensar que la próxima vez que visite Madrid no podré verla con los mismos ojos: en el metro, en algún edificio, pensaré que alguien me mira y no sabré verlo, ¿o sí?

¿Quien no recuerda la divertida película protagonizada por Robin Williams? ¿ Y sus últimas secuelas con Jack Black y Dwaynw Johnson?

Bueno, pues en el CEIP Castellar Oliveral sí que hemos pasado al siguiente nivel. Con la compañía de teatro en inglés La Tourné.

Una divertida adapatación para los peques de la casa, con sorpresas y misterios, en la que los niños y niñas pueden participar y poner a prueba su comprensión del idioma.

Todos los personajes de la original JUMANJI aparecen en ella, desde la estampida de los rinocerontes hasta la araña gigante pasando por el temible cazador y los traviesos monos.

Un espectáculo tan real como divertido.

Dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre. Vicente Raga nos ha abierto, nada más y nada menos que doce. Y lo que podemos encontrar detrás de ellas es tan sorprendente como misterioso. Pero eso aún falta por ver.

Desde una época llena de peligros y sobresaltos, en medio de luchas de poder, guerras de religión, opiniones contrapuestas, codicia y afán de saber, surge un enigma, un secreto que hay que preservar. Y para lograrque llegue intacto a nuestros días toda una serie de personajes históricos formarán parte de él.

El hilo conductor es la sabiduría ancestral de una cultura polémica, una religión incomprendida por muchos, repudiada por otros. ¿Qué esconde realmente? H apasado por muchas manos y nadie sabe contestar a esa pregunta. Académicos como Luis Vives, constructores como Johan Verdaguer, eclesiásticos como San Vicente Ferrer, inquisidores ...sabem de su existencia y están dispuestos a todo para protegerlo.

En el presente el thriller está servido: dudas, temores, desapariciones, muertes... y todo ello conducido por una joven universitaria que alcanza el éxito sin proponérselo.

No voy a desvelar nada, para saber más tenéis que leeros las siete partes que componen esta saga magistral. A "Las doce puertas" le siguen "Nada es lo que parece", "Todo está muy oscuro", "Lo que crees es mentira", "La sonrisa incierta", el más inquietante "Rebeca debe morir" y el ansiado "El enigma final".

Tengo muchas preguntas curiosas para Vicente Raga, pero voy a intentar  ser paciente y esperar al último volumen de esa historia que me atrapó desde el primer libro.